La gente realmente lo amo
Centro Gral. Paz de Córdoba
Por segunda vez, los Hosen llevaron su música fuera de Buenos Aires. Ésta vez el tour comenzó en un club en la ciudad de Córdoba, en el centro geográfico de la Argentina. El viernes 14 de octubre actuaron (con los locales Bastarddos como soporte) en el Centro Cultural General Paz.
Andi: Cada ciudad tiene su carácter. Pero el concierto en sí mismo no fue distinto al de Buenos Aires. El público estaba igual de eufórico. Fue en un viejo edificio de hierro. Tenía un cierto encanto, de ninguna manera fue aséptico. Para nosotros fue importante ver si todo funciona también en otras ciudades del país. Y funcionó bastante bien durante este show. Desde ahí tuve una buena sensación de que también los conciertos venideros fuera de Buenos Aires podían funcionar.
Mientras Breiti habla con fans, Campino le hace el aguante a los grupos locales
Vom en Córdoba
Vom: Esa noche fue la primera vez que tocamos ‘Uno, dos, ultraviolento’. Y la gente realmente lo amó. No había mucha gente ahí, pero igualmente nos gustó mucho. Fue una idea nuestra la de tocar un tema de una banda argentina y un amigo me copio los primeros discos de los Violadores y yo lo llevé a la sala de ensayos. Toqué un poco de la canción que nuestro amigo había sugerido y a Campino le encantó. Pero dijimos: vamos, hagamos otra versión. Y funciona realmente bien. Después Andi robó el CD de nuestro amigo y dijo que la idea había sido de él (risas) pero la idea original vino de Mariano y YO fui quien la llevé a la sala de ensayos.
Entrada para el show en El Teatro
Breiti: Cuando tocamos ‘Uno, dos ultraviolento’ por primera vez en vivo, todos teníamos piel de gallina. Tocamos esa canción para demostrar nuestro respeto por Los Violadores, que han hecho mucho por nosotros en la Argentina y con quienes nos hicimos amigos. Recibir entonces semejante reacción del público, naturalmente es genial. Como ahora lo hemos grabado y tocado en vivo también en otros países, se siente un poco como si fuese nuestra canción. Quizás esto sea lo mejor que se pueda decir de una canción que se toca de otra banda.
Al día siguiente participaron en el Festival “Pepsi Music” en Buenos Aires en el Club Ciudad cerrando ese día tras los locales Las Pelotas. Pueden ver un video de aquel show haciendo click aquí. Vale mencionar que así como en 1992 Pilsen habían sido los que presentaban a los Hosen al publico argentino, esta vez fueron ellos quienes presentaron a otra gran banda alemana: los Beatsteaks e invitaron también a su cantante Armin Teutborg Weiss a cantar “Should I stay or should I go” tanto en el festival como en el show final de la gira, en “El Teatro” el día 18 donde tocaron de invitados los uruguayos Motosierra. Los Beatsteaks tambien tuvieron oportunidad de brindar un show solos, en “La Trastienda” pocos dias después del festival.
Breiti: Tocábamos seguido con los Beatsteaks. Antes de cambiar ellos mismos a las grandes salas, fueron nuestra banda soporte. Siempre me gustó como manejaban al público, aunque nadie los conociese y la gente en realidad sólo venía por nosotros. Queríamos darles a ellos la oportunidad de tocar en la Argentina para ver si lo conseguían allá de la misma forma. Por un lado, esto fue una invitación nuestra a amigos, por el otro un test para ver de lo que realmente son capaces.
Tal cual unos años antes, Campino paso algunas noches en The Roxy y se unió a la banda de la casa, Coverheads, para “Blitzkrieg Bop” de Ramones.
Como anecdota curiosa, vale la pena contar que al día siguiente del show en el festival Quilmes Rock se jugaba el superclásico de futbol local, Boca – River (en el estadio de este ultimo). Desafortunadamente fue un muy aburrido 0-0 donde los Hosen y gran parte de su staff fueron “a la cancha”. Aquí recuerdan su experiencia:
Andi: Ya nos llamó la atención en nuestra primera presentación en la Argentina, que los fans cantan mucho mejor. La forma de cantar y de bailar de los fans es diferente a la de los estadios europeos. También es más duro que en Europa. Tuvimos que esperar media hora hasta que pudimos abandonar el estadio. Cuando estuvimos afuera, pasamos por una esquina donde quedaron varados algunos fanáticos de Boca, que allí debieron de ser protegidos por la policía, de los fanáticos de River Plate. Es que hay una rivalidad muy muy grande, más grande que en nuestro país. Lo mismo nos pasó una vez en Boca, dónde estuve en la tribuna popular. Cuando no se habla el idioma, no se conocen las circunstancias, no se puede clasificar la mentalidad de los fanáticos, sinceramente, no es sencillo. En este caso, falta bastante. Pero, naturalmente, también es la causa por la qué es tan genial. Cuando miles de personas cantan y saltan, esto ya es algo especial.
Campi cantando en el Roxy
Campino: Recuerdo que éramos las únicas 6 personas en todo el estadio que no teníamos pelo negro, sino azul, verde y rojo. Y que la gente nos miraba mal, como irritados, como que nos hacían sentir que no pertenecíamos. Nos mandaron a la tribuna donde están todos parados aunque teníamos otros tickets. Afuera había lio y la policía nos forzó a meternos allí. El contacto visual con la gente no era amigable, más bien extraño y agresivo. Me fui antes que terminara por eso y termine pasándola mucho mejor en un bar, bebiendo tranquilo.
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